La noticia más tranquilizadora para el inversionista global es la calidad del capital que entra a Miami. El último informe confirma que la ciudad se mantiene como el metro número 1 de Estados Unidos en operaciones pagadas 100% en efectivo (all-cash), con alrededor del 43% de todas las transacciones cerradas sin financiamiento bancario. En el segmento de condominios, esta tendencia es aún más marcada: la mitad de los condos vendidos en octubre se cerraron en efectivo, lo que representa un salto de más de 18 puntos frente al año anterior.
Este fenómeno tiene implicaciones directas en la seguridad de la inversión. Un mercado donde casi la mitad de las compras se hacen con caja disponible es un mercado mucho menos vulnerable a las subidas de tasas de interés o a las tensiones en el sector bancario. La capacidad de resiliencia de Miami se debe a que el segmento clave de compradores (familias, empresarios y fondos de alto patrimonio) no depende de las hipotecas, sino que utiliza el real estate como un refugio de valor dolarizado y seguro.
La Liquidez, el Escudo del Inversor:
El aumento de las ventas all-cash es una señal de confianza de alto nivel. Los grandes capitales eligen Miami porque perciben no solo potencial de apreciación, sino también liquidez. La presencia de tantos compradores en efectivo se traduce en una mayor velocidad de transacción y en la capacidad para desinvertir (salir del activo) cuando sea necesario, siempre que el activo sea de calidad.
A esto se suma un dato macro positivo: después de los primeros recortes de la Fed, las hipotecas a 30 años se estabilizaron alrededor del 6.25% en octubre, el nivel más bajo del año. Esto suaviza el costo financiero para quienes sí buscan apalancarse. En resumen, Miami está blindada por el capital en efectivo, y simultáneamente, el financiamiento se está volviendo más accesible, creando el ambiente perfecto para la inversión segura y acelerada.
