El megacentro comercial de Miami

El ambicioso proyecto del American Dream Miami, un megacentro comercial de $4,000 millones que ha enfrentado múltiples retrasos, podría finalmente recibir apoyo del condado Miami-Dade para cubrir costos de infraestructura. A pesar de la prohibición de subsidios aprobada hace seis años, la Comisión del Condado está considerando una propuesta que permitiría el uso de impuestos a la propiedad para financiar parte de los gastos del proyecto.

La nueva legislación, que se votará el martes, abre la puerta a la posibilidad de destinar hasta 60 millones de dólares de fondos públicos para la construcción de carreteras y otros servicios esenciales alrededor del sitio del American Dream, ubicado en un terreno estratégico donde la I-75 se encuentra con la Florida Turnpike, al norte de Hialeah. Si bien esta medida no autoriza subsidios directos al centro comercial, sí eliminaría algunas restricciones y permitiría al condado apoyar ciertos costos de infraestructura previamente asignados a los desarrolladores.

El proyecto, que cuenta con el respaldo de Triple Five, el grupo detrás del famoso Mall of America, propone un centro de entretenimiento masivo con características únicas, como una pista de esquí cubierta y una playa artificial en 175 acres de terreno. Sin embargo, la construcción ha estado detenida desde su aprobación inicial en 2018, en parte por la prohibición de subsidios del condado, y la empresa ahora espera que la nueva Comisión elimine estas restricciones.

La propuesta de ley impulsada por el comisionado Juan Carlos Bermúdez, quien representa el distrito donde se ubicaría el American Dream, busca financiar las carreteras necesarias mediante tarifas de impacto y futuros impuestos a la propiedad generados por el centro comercial, en lugar de dejar la carga económica totalmente en manos del desarrollador. Según Bermúdez, estas obras viales beneficiarían no solo al megacentro, sino a toda la comunidad circundante, ayudando a reducir la congestión vehicular.

La medida ha suscitado opiniones divididas. Mientras Triple Five sostiene que la inversión pública solo se destinaría a infraestructura pública y no a la empresa, los detractores consideran que este cambio supone una ayuda financiera para un proyecto privado y cuestionan la necesidad de otorgar fondos públicos a un desarrollador comercial. A su vez, la South Florida Taxpayers Alliance, que representa centros comerciales rivales, argumenta que este tipo de apoyo sienta un precedente que beneficia injustamente a un competidor.

Para la comisionada Raquel Regalado, la propuesta de ley actual representa un enfoque equilibrado que permite considerar el uso de fondos públicos solo en casos específicos de infraestructura, beneficiando así a todos los residentes de la zona. «Esta discusión no es solo sobre subsidios, sino sobre cómo mejorar la infraestructura en una región con alta demanda de vías seguras y efectivas», afirmó Regalado.

El martes será clave para el futuro del American Dream Miami, un proyecto con potencial para cambiar el panorama comercial de Florida y que ahora depende de una decisión sobre el uso de recursos públicos para impulsar su desarrollo.